La visita de delegados de 24 naciones de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) a la Base Aérea de Gando, en el marco del "Evento DV11" del Documento de Viena 2011, subraya la posición geoestratégica indiscutible de Canarias como un pilar de la defensa aérea y la vigilancia en el flanco sur atlántico. El "Evento DV11" en Gran Canaria no es un simple formalismo burocrático, sino una validación geopolítica del papel de las islas como un punto de inflexión crítico para la estabilidad de seguridad de Europa en la encrucijada entre África y América.
Este acto, organizado por primera vez en las islas, es un ejercicio de transparencia y diplomacia militar diseñado para fomentar medidas de confianza y seguridad en un entorno geopolítico cada vez más volátil. La elección de la Base de Gando como principal punto de inspección no es trivial. Gando alberga el Ala 46, la única ala de combate de España con tres sistemas de armas distintos, lo que la convierte en el primer medio de defensa y apoyo logístico aéreo en el Archipiélago. La demostración operativa de sus activos —el despegue de los caza F18 (C.15), la exposición del avión de vigilancia marítima CN235 VIGMA (D.4), y la capacidad de rescate de los helicópteros Súper Puma HD.21— sirvió para certificar la capacidad de respuesta inmediata de España en una zona de interés vital para la seguridad energética, migratoria y comercial europea.
La presencia de representantes de 24 países signatarios del Tratado DV11 (incluyendo a Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia) es un fuerte gesto de transparencia diplomática. El Documento de Viena exige que los países demuestren de forma periódica la naturaleza y el propósito de sus capacidades militares. Al permitir a los delegados inspeccionar el armamento, los simuladores y las unidades logísticas, España no solo cumple con sus compromisos internacionales, sino que reafirma la confianza con sus socios de la OTAN y la OSCE sobre la finalidad exclusivamente defensiva de su despliegue en el Atlántico.
Más allá de los cazas F18, la visita incluyó un recorrido por las instalaciones de apoyo logístico de Gando: la planta fotovoltaica y desaladora, el botiquín y el gimnasio. Este detalle subraya un mensaje sutil pero poderoso: la Base de Gando no es solo un activo de combate, sino una infraestructura de seguridad resiliente y autónoma, capaz de sostener operaciones de largo plazo y de gestionar sus propios recursos básicos. Esta solidez logística es un factor clave para los aliados que buscan bases capaces de operar sin depender de la red civil en situaciones de crisis.
