Mientras el sur de Gran Canaria busca desesperadamente diversificar su oferta, el hotel Akeah Broncemar utiliza el arte como herramienta estratégica. La inauguración de 'Presence', una exposición colectiva con talento local e internacional, subraya el giro del sector hacia experiencias culturales que apuntalan la marca-destino más allá del sol y playa.
El sector turístico del sur de Gran Canaria, presionado por las directrices europeas de sostenibilidad y la necesidad de elevar su rentabilidad per cápita, está encontrando en la cultura una vía de escape estratégica. La inauguración el pasado fin de semana de la exposición 'Presence' en el hotel Akeah Broncemar de Playa del Inglés no es solo un evento social; es un síntoma de cómo los operadores privados están invirtiendo en capital blando (arte y lifestyle) para desmarcarse del modelo puramente transaccional.
El evento, que marca la tercera exposición en el activo y la segunda en colaboración con el artista Yoandy Suárez Suárez, afianza la apuesta del grupo hotelero por consolidar sus espacios como "espacios vivos" y conectados con el pulso cultural de la isla. La exposición colectiva 'Presence' reúne a siete artistas —Yoandy Suárez Suárez, Sandra Hohner, Nevil Hechavarría, Ricarda Jendreczek, Aurelia Alcántara, Tina Alcántara y Randy Duque—, una mezcla que subraya la intención de crear un diálogo entre la sensibilidad local y las influencias internacionales. Para un destino tan expuesto al mercado europeo como Maspalomas, ofrecer esta riqueza cultural es vital.
El éxito del evento, destacado por el impecable trabajo de todo el equipo del Akeah Broncemar —desde los técnicos en el montaje, hasta preproducción, y el equipo de Food & Beverage, demuestra que la calidad de la experiencia está intrínsecamente ligada a la excelencia del capital humano. El sur de Gran Canaria utiliza estos eventos para enviar un mensaje claro a sus visitantes europeos: la oferta no se limita al clima, sino a la calidad del servicio, el arte y la vida social. Este giro hacia el lifestyle cultural es un paso decisivo para asegurar la viabilidad a largo plazo del destino en el exigente tablero turístico de la Unión Europea.
