La inversión privada se alinea con las exigencias del Green Deal en Playa del Inglés. La rehabilitación del complejo Tívoli por Casus Capital, con la elección de Cortizo como referente europeo en carpintería, subraya la necesidad de modernizar el stock turístico del sur de Gran Canaria bajo criterios de durabilidad y sostenibilidad, claves para la competitividad de la UE. Para Casus Capital, esta obra simboliza su "evolución hacia un modelo de desarrollo más sostenible y orientado a la experiencia del huésped". El destino fronterizo europeo que busca consolidar su posición en el mercado global del turismo, pasando de la mera rehabilitación cosmética a la transformación profunda y eficiente del tejido hotelero.
La renovación del envejecido stock turístico en el sur de Gran Canaria no es solo una cuestión estética; es una prioridad estratégica dictada, en gran medida, por las directrices de eficiencia energética y sostenibilidad de la Unión Europea. El anuncio de Casus Capital sobre el uso de la firma Cortizo, líder europeo en sistemas de aluminio y PVC, para la rehabilitación del complejo Tívoli en Playa del Inglés, es un claro ejemplo de cómo el capital privado está internalizando estas exigencias.
El proyecto, que transformará el Tívoli bajo la marca SALT Apartments, se apoya en la carpintería de aluminio de Cortizo para garantizar dos pilares fundamentales: eficiencia energética y durabilidad. Estos aspectos son cruciales en un entorno costero altamente exigente donde la corrosión y la necesidad de climatización constante impactan directamente en el consumo energético y la huella de carbono del destino.
La elección de un proveedor europeo de referencia como Cortizo subraya la ambición de Casus Capital de alinear el Tívoli con los más altos estándares de sostenibilidad y confort. Este paso es vital para la supervivencia del sector en Playa del Inglés, donde la obsolescencia de muchas estructuras compite directamente con los modernos complejos de otras latitudes. La inversión en materiales de alta calidad y tecnología de aislamiento no solo mejora la experiencia del huésped, sino que también reduce los costos operativos a largo plazo, haciendo el activo más resiliente y atractivo para la inversión responsable (ESG).
