El mapa turístico de Canarias vuelve a dibujar un patrón claro en 2024: Gran Canaria se sitúa como segunda isla en competitividad alojativa, respaldada por sus más de 47.000 empleos en hoteles y apartamentos, solo por detrás de Tenerife. La brecha entre ambas se mantiene estrecha, según los últimos indicadores insulares de ADR, RevPAR y ocupación, que sitúan a la isla en posiciones altas pese a registrar evoluciones interanuales contenidas —entre el 0 % y el 4 % en precios y empleo.
Son unas de las variables del negocio del turismo, que analiza aspectos experienciales como la gastronomía. El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, hizo este lunes a la apertura de la duodécima edición del Foro Internacional del Turismo Maspalomas-Costa Canaria en Expomeloneras. El análisis por microdestinos revela la magnitud del fenómeno: Playa del Inglés consolida su posición como mayor núcleo turístico del archipiélago, con más de 37.000 plazas alojativas, muy por delante de Meloneras, que suma 10.465 plazas. La disparidad en escala es evidente —una diferencia superior a 26.000 camas—, pero no en rentabilidad, donde ambos polos siguen desempeños divergentes.
La sorpresa positiva vuelve a firmarla Meloneras, que en 2024 registra el ADR más alto de toda Canarias, con 227 euros y encabeza igualmente el RevPAR regional con 191 euros. La zona, con una concentración excepcional de hoteles de 5 estrellas, supera en más de 50 euros la media de Gran Canaria y se distancia incluso de los núcleos premium de Tenerife y Lanzarote, cuyos ADR medios se sitúan entre 140 euros y 160 euros. La curva de crecimiento también es robusta, con incrementos interanuales superiores al 6 %. Las áreas más maduras del corredor Playa del Inglés–San Agustín registran ocupaciones vinculadas a la estacionalidad, con variaciones interanuales más moderadas, en torno a los 0,5–2 p.p..
El peso económico del sur queda subrayado por un dato adicional: Playa del Inglés y Meloneras concentran el 47 % del empleo alojativo de Gran Canaria, un volumen que supera los 20.000 trabajadores entre ambos microdestinos. La cifra refuerza la tesis de que las decisiones urbanísticas, de movilidad y de reposicionamiento hotelero deben abordarse a escala de microterritorios, no solo insular. En el contexto regional, Gran Canaria se mantiene competitiva frente a islas como Lanzarote y Fuerteventura, que muestran crecimientos interanuales de RevPAR entre el 10 % y el 20 %, y frente a Tenerife, que continúa liderando la estructura de oferta con más de 80.000 camas. Las variaciones de ADR en Canarias se sitúan entre el -2 % y el 14 %, según isla, mientras que la ocupación presenta contrastes de hasta 20 puntos porcentuales entre destinos consolidados y zonas con menor densidad alojativa.
El empleo alojativo insular crece a ritmos que oscilan entre el 0 % y el 6 %, según isla, con Tenerife a la cabeza en términos absolutos y Gran Canaria en una segunda posición reforzada por su capacidad de estabilizar demanda y precios en un contexto de cambio en los patrones turísticos del norte de Europa.















