El corazón turístico de Gran Canaria, especialmente en su zona sur (Maspalomas, Meloneras, Mogán), se prepara para una temporada alta donde el encarecimiento de los billetes de avión y el alojamiento de lujo confirman la fortaleza de su posición como destino de invierno. Los datos, actualizados a 1 de diciembre de 2025, trazan un panorama de precios récord, impulsado principalmente por la demanda de los mercados europeos más lejanos.
El análisis de las tarifas aéreas de solo ida subraya que la demanda europea está dispuesta a pagar tarifas sustanciales por asegurar el sol canario, especialmente durante las festividades. La semana crítica se centra en torno al 22 de diciembre. Los vuelos procedentes de Noruega son los más caros, con picos que rozan los 450 euros por billete durante la semana de Nochebuena. Esto subraya la alta dependencia del turismo nórdico y su disposición a invertir en viajes de alta temporada.
Los mercados de Reino Unido y Alemania también experimentan fuertes repuntes de precios en las mismas fechas. Los billetes se sitúan en el rango de los 300 euros, un indicativo de la solidez del corredor turístico central europeo hacia la isla. El mercado español peninsular mantiene tarifas más estables y modestas, entre 100 y 150 euros, demostrando que la mayor volatilidad de precios en el invierno está ligada a la alta estacionalidad de los viajeros internacionales que buscan el clima templado del sur de Gran Canaria.
La estrategia de precios hoteleros del sur de la isla refleja una clara apuesta por la rentabilidad en los segmentos de mayor calidad durante la temporada alta. Los establecimientos de cinco estrellas (predominantes en zonas de lujo) son los que más encarecen sus tarifas en el pico de demanda de finales de diciembre. El precio medio por noche para una habitación doble supera los 360 euros en la semana de Navidad, confirmando la prima que el turista de alto poder adquisitivo paga por el resort y la calidad del servicio en el sur.
Las categorías de 3 y 4 estrellas muestran una evolución más lineal y constante. Los hoteles de cuatro estrellas se mueven entre los 150 euros y los 250 euros, indicando una alta ocupación base pero una menor especulación de precios en comparación con el segmento de ultra-lujo. Las previsiones de precios para el primer trimestre de 2026 envían un mensaje claro: el sur de Gran Canaria no solo mantiene la ocupación, sino que ha elevado su techo de ingresos gracias a una demanda extranjera que ve la escapada invernal a la isla como un bien de valor creciente, especialmente durante el periodo festivo.
