Y eso que en Las Palmas solamente ponen piedras en el camino como ocurre con los avejentados centros comerciales. El municipio de San Bartolomé de Tirajana, núcleo del turismo de alto rendimiento en el Sur de Gran Canaria, ha registrado un hito histórico en su mercado laboral. En octubre de 2025, la Tasa de Paro Registrado se situó en un 11.35%, lo que representa el nivel de desempleo más bajo alcanzado por el municipio desde el año 2006. Esta cifra no solo evidencia la plena recuperación post-pandemia del sector turístico, sino que sugiere una tendencia de desestacionalización y consolidación del empleo estable.
La tasa actual del 11.35% es el resultado de una drástica reversión de la crisis de 2020. En aquel año, la Tasa de Paro se disparó al 26.87%, con 6.955 parados registrados, debido al cese de la actividad turística. Desde entonces, el número de desempleados ha descendido de manera ininterrumpida. Hoy, el municipio cuenta con tan solo 3.068 parados registrados, una reducción de más de la mitad respecto al pico de la crisis. Es importante notar que el actual 11.35% se compara favorablemente incluso con la tasa prepandemia de 2019 (18.03%) y el nivel de 11.96% registrado en 2006, indicando una fortaleza estructural mejorada.
En el ranking autonómico de municipios con más de 40.000 habitantes, San Bartolomé de Tirajana se posiciona como el tercer municipio con menor tasa de paro de la provincia de Las Palmas, solo superado por Arrecife (10.10%) y Puerto del Rosario (10.79%). Su tasa del 11.35% lo sitúa muy por debajo de otros grandes núcleos como Santa Lucía de Tirajana (13.61%), Las Palmas de Gran Canaria (16.04%) y Telde (16.65%).
Esta posición privilegiada es un reflejo de la resiliencia del sector hotelero y de servicios de la zona, que ha logrado no solo recuperar la demanda, sino generar empleo neto por encima de los niveles de burbuja precrisis. La estabilidad demográfica del municipio, con una población actual de 54.976 habitantes, asegura que la caída en el paro es un fenómeno económico genuino y no una distorsión estadística por la pérdida de población activa.
