El mercado de alquiler vacacional (Viviendas Vacacionales) en Gran Canaria experimenta una corrección abrupta en octubre de 2025, evidenciando una reducción significativa de la oferta publicada que, paradójicamente, coincide con un desplome dramático del precio medio. Este fenómeno sugiere una retirada de propietarios del mercado y/o una presión competitiva intensa entre los alojamientos restantes.
Los datos oficiales más recientes disponibles (octubre de 2025) muestran una notable contracción en la oferta disponible en el mercado. El total de Viviendas Vacacionales Publicadas cae a 8.976, lo que representa una disminución del -14,58 por ciento respecto al valor previo (10.508,00). De manera proporcional, el número de total camas disponibles se reduce a 34.607, experimentando una caída del -14,35 por ciento respecto al valor previo (40.403,00). Esta contracción es un indicativo de que el mercado se está depurando, posiblemente debido a nuevas regulaciones, la reconversión a alquiler residencial de largo plazo, o la falta de rentabilidad en el contexto actual.
La tendencia más alarmante para los propietarios es la caída libre del precio de venta, que sugiere un exceso de capacidad remanente o una fuerte presión a la baja para atraer reservas. El precio medio diario cae a 71 euros, registrando una disminución del -28,17 por ciento respecto al valor previo de 98,61 euros. Este desplome del precio medio en casi un tercio no se explica únicamente por la reducción de la oferta, lo que indica que la demanda puede estar off-peak o que la oferta que permanece en el mercado está compitiendo agresivamente a la baja para mantener los niveles de ocupación.
El mercado de plazas vacacionales se concentra de manera abrumadora en los principales municipios turísticos de Gran Canaria, donde Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana y Mogán agrupan la inmensa mayoría de las plazas del periodo seleccionado. Respecto a la tipología de alojamiento, el mercado se define por la oferta de alojamiento completo, lo que subraya su enfoque en la privacidad y la capacidad familiar/grupal. La modalidad dominante es el alojamiento entero, con el 88,81 por ciento de la oferta en formato de "Casa completa", mientras que la "Habitación privada" solo representa un 7,42 por ciento del total, diferenciando claramente el modelo del alquiler vacacional del modelo hotelero tradicional.
















