Mientras el continente europeo navega entre la incertidumbre macroeconómica, el sur de Gran Canaria ha vuelto a demostrar lo que en las oficinas de Jet2, Easyjet o TUI en el Reino Unido llamarían una 'resiliencia de asbesto", es decir, ignífugo, que resiste al fuego o que es imposible de quemar. El balance de gestión de Gran Canaria entre enero y octubre de 2025 muestra un destino que ha sabido optimizar sus activos frente a la saturación. Con un volumen total de 23.371.896 pernoctaciones, la isla ha logrado atraer 299.605 pernoctaciones adicionales (+1,3%) respecto al año anterior. Este crecimiento neto se apoya fundamentalmente en el mercado extranjero, que aporta 20.139.984 pernoctaciones, consolidando un incremento del 1,2%. No obstante, el dato de eficiencia operativa más relevante es la contracción de la estancia media del turista internacional, que baja de 8,2 a 8,1 días, lo que obliga a los gestores hoteleros a trabajar con una mayor rotación de inventario.
El segmento peninsular se ha revelado como el motor de crecimiento más dinámico para la economía de Gran Canaria. Con un aumento del 3,6% en pernoctaciones totales (1.486.287 en total), destaca especialmente el "rally" experimentado en el sector extrahotelero, que se dispara un 14,9% hasta alcanzar las 287.361 pernoctaciones. Este trasvase de 37.174 nuevas pernoctaciones hacia apartamentos y villas de la isla indica que el cliente nacional está liderando la demanda de productos de mayor autonomía y exclusividad, mientras que el sector hotelero tradicional para este mercado mantiene un crecimiento más conservador del 1,3%.
En cuanto al mercado de residentes canarios en la isla, los datos reflejan un cambio en las preferencias de consumo interno. Mientras que las pernoctaciones en hoteles de Gran Canaria por parte de residentes locales han sufrido una ligera corrección del -0,3% (perdiendo 3.071 pernoctaciones), el sector extrahotelero ha absorbido esa demanda con un crecimiento del 2,9%, sumando 19.352 nuevas pernoctaciones. Este comportamiento sugiere que el residente busca en su propia isla una oferta de ocio más flexible, a pesar de que su estancia media global ha caído de 3,9 a 3,7 días.
En términos de rentabilidad para la planta alojativa de la isla, el sistema hotelero de Gran Canaria cierra el periodo con 231.864 pernoctaciones adicionales (+1,4%), sumando un total de 16.819.465. Este rendimiento se produce en un escenario de optimización del tiempo, donde la estancia media general en la isla se ha ajustado a los 7,1 días. Para los inversores en Maspalomas y el resto del litoral grancanario, estos números confirman que la isla está logrando mantener su cuota de mercado e incluso incrementarla mediante una rotación de clientes más intensa, compensando la sutil reducción en los días de estancia por viajero.
