En el complejo ecosistema del bienestar social en Canarias, hay nombres que pesan por su trayectoria y otros por su necesidad. El reciente acuerdo publicado entre el Gobierno de Canarias y la Fundación Yrichen (presidida por Jorge Hernández Duarte) es una declaración de intenciones: la ejecución de medidas judiciales para menores no puede ser un frío trámite administrativo, sino una labor de "cirugía social" especializada.
El convenio, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026 y se extenderá hasta finales de 2027, pone el foco en la ejecución de medidas no privativas de libertad. Pero lo hace con un matiz geográfico y técnico fundamental para el sur de la isla.
El Triángulo de Atención: Telde, Las Palmas y San Bartolomé
Aunque la sede central de operaciones se ubica en Telde, el convenio es meridiano: la atención se desplaza al sur. San Bartolomé de Tirajana se consolida como un nodo crítico de intervención. No es casualidad. La realidad de los menores en el sur, a menudo marcada por la volatilidad del entorno turístico y las problemáticas asociadas a las adicciones o el uso disfuncional de las TICs, requiere que los psicólogos y educadores estén sobre el terreno.
El programa, bautizado como SATEMA Gran Canaria (Servicio de Atención Terapéutica Especializada en Medio Abierto), cuenta con una estructura de 37 plazas que funcionarán como un pulmón para el sistema judicial. Lo más relevante para las familias del sur es la flexibilidad: el convenio permite incluso atender casos de Fuerteventura, subrayando el carácter de "centro de referencia" que adquiere la infraestructura técnica en esta zona del archipiélago.
Ratios de élite para una realidad compleja
Lo que eleva este convenio por encima de la media es su rigor en las ratios. En un sector donde a menudo se denuncia la precariedad y la masificación, Yrichen y la Consejería de Candelaria Delgado han pactado que cada psicólogo atienda a un máximo de entre 12 y 15 menores. Es una cifra de "clínica privada" aplicada a la justicia pública. El equipo no es solo administrativo; es una unidad de choque: psicólogos a jornada completa, integradores sociales, técnicos de laboratorio e incluso psiquiatras consultores. Se busca tratar la comorbilidad: ese oscuro cruce entre la salud mental y el consumo de sustancias que a menudo es el origen de la responsabilidad penal del menor.
Desde 2018 Yrichen actúa en el sur de Gran Canaria. El Plan Municipal de Adicciones 2018-2021 se apoyaba en la gestión de Yrichen para desarrollar programas de prevención, implementando un Programa de Ayudantes TIC (tecnologías de la información y comunicación), consistente en formar a jóvenes sobre las virtudes y problemas en el entorno de las nuevas tecnologías, chicos que a su vez se encargarán de ir informando y formando a estudiantes de Primaria a través de los diferentes centros escolares existentes en el municipio.
El presidente de la Fundación Yrichen, Jorge Hernández Duarte, y el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, lanzaron un local en El Tablero, totalmente reformado y adecuado a las necesidades de los demandantes. Desde San Bartolomé de Tirajana “siempre ha existido una preocupación y un trabajo en aras al tratamiento de adicciones, pero creemos que al llegar a un convenio con Yrichen aprovechamos mejor las sinergias de los servicios que ellos tienen disponibles en otros proyectos de esta índole, beneficiándonos para un mejor resultado”, indicaba Marco Aurelio Pérez en la presentación de la UAD de El Tablero. El alcalde señalaban que Yrichen tiene una capacidad plena para poder desarrollar este proyecto municipal, destacando que ante todo “es una organización formada por personas que aman el trabajo que hacen”.















