“Hoy vamos a ganar, lo tengo clarísimo. Por lo tanto, tranquilidad” Este fue el mensaje que dio inicio a un discurso del presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez (MAR), al más puro estilo Al Pacino en Un Domingo Cualquiera. Una arenga que, en caso de salvarse, los amarillos podrán considerar como el punto de inicio de la “operación permanencia”.

Ramírez bajó a la sala del hotel de concentración donde se encontraban los jugadores reunidos, los puso en un corrillo y el autoproclamado “capitán legionario" se dirigió a sus jugadores con un discurso en el que relató una experiencia personal que vivió el pasado fin de semana, tras el partido ante la Real Sociedad que acabó en derrota para los amarillos.

Ramírez compartió con “sus legionarios” que su padre, Francisco Ramírez, había sufrido un amago de infarto durante la última derrota del equipo y que hace escasos días le pusieron tres stents. La familia decidió no informarle de inmediato para no agravar su estado emocional. "Afortunadamente, todo va a arreglarse", añadió MAR, buscando transformar la preocupación en motivación.​

Sin embargo, el punto álgido de la intervención del presidente llegó cuando sacó su móvil del bolsillo para compartir un mensaje de su nieto con los jugadores: ”Abu Migue, ¿estás triste? La próxima vez ganamos”.

Tras reproducir el audio, un emocionado Ramírez se dirigió a los jugadores para hacerles ver como los resultados del equipo afectan directamente a la familia amarilla incluso “a los más inconscientes”.

“¿Qué haríamos nosotros si vienen a dañar a nuestra familia? Mataríamos. Nos están matando a nuestra familia; toda la gente que nos quiere está sufriendo demasiado. Tenemos que morir en el campo, ustedes son los únicos que pueden arreglar esto (...) si ganamos este partido, que lo vamos a ganar, nos salvamos”, finalizó Ramírez entre aplausos de los jugadores. 

La respuesta del equipo fue contundente; un 1-3 a favor en el Coliseum Alfonso Pérez, un feudo donde los de Bordalás, conocidos por la solidez de su bloque bajo, no habían recibido más de dos goles en toda la temporada y donde el líder de la categoría, el FC Barcelona, no pudo pasar del empate.

Las Palmas rompía así una racha negativa sin sumar 3 puntos que se prolongaba desde diciembre en una especie de epifanía que no dio como fruto solo la victoria, sino la recuperación de confianza por parte de jugadores que pueden erigirse como protagonistas de la “Operación Permanencia”. 

Las Palmas, que comenzó perdiendo, consiguió remontar con un doblete de Fabio Silva y con un tanto de McBurnie, que durante buena parte de la temporada parecía negado de cara al gol y al que muchos ponían en la rampa de salida en el pasado mercado invernal.

A los amarillos le quedan ahora siete finales, cuatro de ellas en casa, para certificar una permanencia que, tras las derrotas de Alavés y Leganés queda a tan solo un punto.