El arquero residente en Arguineguín se vio obligado a dejar el tiro con arco adaptado por las dificultades que ha encontrado a los meses de llegar a Gran Canaria
Malas noticias para el deporte adaptado en España y, en especial, para Canarias. El arquero invidente salmantino y residente en el sur de Gran Canaria, Daniel Martín Anaya, referente en su disciplina, ha anunciado recientemente su retirada del alto nivel. Y no, no ha sido por falta de talento o motivación, sino por algo mucho más preocupante: entrenar en Gran Canaria se ha convertido en un dolor de cabeza y en un privilegio que no todos los deportistas pueden permitirse.
En Maspalomas24H contamos su historia hace unos meses, poco después de aterrizar en el sur de Gran Canaria con la ilusión de seguir creciendo en su disciplina y de disfrutar de las bondades del sur de Gran Canaria.
Daniel no es un deportista cualquiera. Con un palmarés que incluye siete títulos de campeón de España y el honor de conseguir una medalla de oro en el Europeo de 2021 y una de bronce en el Mundial de 2019, que se celebró en Países Bajos, Daniel Martín Anaya había demostrado sobradamente su talento y su capacidad para romper barreras.
Llegó a la isla buscando las condiciones perfectas para entrenar, con la esperanza de que el clima privilegiado y sus instalaciones deportivas le ayudarían a mantenerse en la élite. Sin embargo, la realidad ha terminado siendo muy distinta.
Martín Anaya ha tenido que renunciar al alto nivel por una combinación que ha imposibilitado el poder seguir dedicándose al deporte de alto nivel: el encarecimiento de los entrenamientos, la falta de apoyo y la odisea que supone moverse por una GC-1 colapsada día tras día. Lo que en teoría debía ser un paraíso para deportistas se ha convertido en un obstáculo más en su carrera. Los costes del material especializado y la falta de ayudas han hecho el resto.
En un comunicado, Daniel aseguró que su intención no es abandonar el deporte en el que ha cosechado tantos títulos y en el cual tenía expectativas de seguir compitiendo al máximo nivel y representando a España, pero que las condiciones actuales suponen una dificultad inabarcable para él y su familia.
Pese a que Daniel es un enamorado de Gran Canaria, de sus clubes (Dreamland Gran Canaria y UD Las Palmas) y de las playas del sur de la isla, de, las dificultades que ha encontrado tras su llegada le han obligado a abandonar el sueño de seguir compitiendo al máximo nivel.
“Intentaré encontrar un club más cerca de mi domicilio, que quiera entrenarme y que no nos suponga tanto desembolso", reza la última línea del comunicado de Daniel, confirmando que no cesará en su intento por seguir compitiendo al máximo nivel y trabajando para darle visibilidad a una disciplina que requiere tanto esfuerzo y sacrificio como el tiro con arco adaptado.