La historia vuelve a repetirse en el sur de Gran Canaria: ya son tres los incendios registrados en la misma zona de San Fernando, un barranco abandonado, cercano a Bellavista, donde sobreviven personas sin hogar entre matorrales secos y estructuras precarias. Desde el conato en Bellavista el pasado verano, pasando por el incendio de chabolas y el reciente fuego de vegetación, el patrón parece claro, aunque las preguntas siguen sin respuesta.
La preocupación entre vecinos crece mientras el tiempo pasa y el barranco sigue acumulando riesgos. ¿Habrá que esperar a un cuarto incendio para actuar? La presencia de asentamientos irregulares, la falta de mantenimiento en la vegetación y la inacción institucional vuelven a poner a prueba la paciencia de una comunidad que pide soluciones antes de que la próxima chispa termine en tragedia.