Una nueva agresión con robo a un turista vuelve a poner en el foco la inseguridad de la capital grancanaria
Las Palmas de Gran Canaria vuelve a copar titulares por un motivo que ningún destino turístico quiere protagonizar: la inseguridad. Un nuevo episodio violento ha sacudido la imagen de la capital después de que un turista fuese golpeado, estrangulado y asaltado por dos individuos en pleno centro de la ciudad, concretamente en la calle Eduardo Benot, a escasos metros del Parque Santa Catalina y rodeado de alojamientos turísticos.
Este hecho se suma a una preocupante cadena de agresiones a visitantes que comienza a poner sobre el corazón de la capital grancanaria la etiqueta de zona “No Go” para los turistas y que ya ha encendido todas las alarmas en el sector turístico de la isla. Desde hace semanas, colectivos profesionales, residentes y medios especializados han advertido del deterioro de la seguridad en la capital grancanaria.
La situación contrasta con el esfuerzo sostenido que se realiza en el sur de Gran Canaria para mantener la reputación del destino como referente europeo de sol y playa. Mientras San Bartolomé de Tirajana centran sus esfuerzos en optimizar servicios y promocionar el destino de cara al verano, la capital parece caminar en dirección contraria, acumulando incidentes que dañan la percepción general del archipiélago como destino seguro.
El impacto reputacional no es menor. Los foros de viajes, las reseñas y las redes sociales ya recogen testimonios de turistas que relatan sus malas experiencias en la capital y que, por ende, acaba afectando la imagen de la isla al completo como destino turístico. La imagen exterior de la isla empieza a resentirse y quienes viven del turismo observan con creciente preocupación cómo estos episodios y la creciente sensación de inseguridad pueden terminar afectando a la demanda global.