Del miedo al amor pasando por la incertidumbre. Así ha sido la relación que desde Madrid se lleva teniendo con China desde el arrebato arancelario de Donald Trump, que tuvo su culmen el pasado miércoles con su ya famoso “Día de la liberación”, una liberación que puso en “pausa” durante noventa días salvo a China, a quien le aumentó los aranceles a un 125 %.
Tras pasar por el pánico ante una posible “invasión china”por el interés del gigante asiático en invertir en zonas estratégicas del archipiélago como el sur de Gran Canaria, la visión en Madrid parece haber cambiado hasta el punto de erigir a Pedro Sánchez como nexo de unión entre la Unión Europea y China por su “afinidad” con Xi Jinping, lo que colocaría a España en una posición ventajosa ante posibles acuerdos entre la UE y el gigante asiático.
Pero vamos a lo que nos interesa, ¿cómo afecta esto a Maspalomas? Los jefazos del turismo en el sur de Gran Canaria tienen que irse unos meses más atrás para ver el filón de este nuevo escenario internacional que asoma cada vez con más posibilidades de llegar a buen puerto.
“China está 20 años por delante en cuanto a uso de tecnología en turismo”, ese fue uno de los titulares que salieron de la Tourism Innovation Summit (TIS) 2024 de Sevilla celebrada a finales del pasado mes de octubre.
Durante el evento, quedó en evidencia que China no solo lidera en inversión turística, sino que también marca la pauta tecnológica del sector a nivel global. Según expertos reunidos en la mesa de debate sobre IA y big data, el gigante asiático lleva al menos 20 años de ventaja respecto a Europa en la aplicación real de estas herramientas al turismo.
Boon Sian Chai, Director General y Vicepresidente de Mercados Internacionales de Trip.com, destacó cómo plataformas como la propia Trip.com han desarrollado asistentes virtuales como Trip Genie, capaces de adaptar en tiempo real la oferta turística al perfil y comportamiento de cada viajero, ofreciendo recomendaciones de vuelos, hoteles o actividades con una precisión impensable hace solo unos años y que va más allá de los manidos chatbots que estorban más que ayudan.
Este tipo de inteligencia de datos aplicada al turismo no solo mejora la experiencia del visitante, sino que también permite a los destinos optimizar recursos, anticiparse a las demandas y diversificar su oferta. Una receta que bien podría aplicarse en Maspalomas, donde seguimos atrapados entre una promoción a la vieja usanza y una oferta que, con frecuencia, no distingue entre un jubilado alemán, una pareja millennial o una familia escandinava.
También durante FITUR 2025, se evidenció cómo España y China están estrechando lazos para redefinir el turismo. Empresas chinas, con Huawei a la cabeza y su plataforma Petal Ads, están invirtiendo cifras astronómicas en tecnología 5G, superando con creces la inversión europea.
Pero no todo queda en inversiones faraónicas. China ha inaugurado once centros de innovación destinados a fusionar cultura y turismo. Desde realidad virtual hasta inteligencia artificial aplicadas al turismo. Mientras tanto, Europa comienza a cerrar centros presenciales de información turística para volcar la promoción de destinos en Tik Tok porque aseguran que “es el futuro”
La ONU Turismo (antigua OMT) también ha puesto su granito de arena, fortaleciendo la cooperación global en turismo sostenible con China. Parece que mientras el futuro del turismo se escribe en mandarín, en el sur de Gran Canaria aún estamos con reticencias a mirar más allá del mercado británico, alemán y escandinavo.
Además, la creciente clase media china busca destinos exclusivos. Establecer conexiones aéreas directas y adaptar nuestra oferta turística a sus preferencias no suena descabellado. Eso sí, sin perder nuestra esencia y evitando convertirnos en un parque temático sin alma.
Tal vez en Maspalomas, donde el desarrollo turístico lleva años esperando su segunda juventud, ha llegado el momento de mirar hacia nuevos mercados con algo más que desconfianza para poder sobrevivir en el tablero global del turismo.