Una publicación del primer ministro británico en redes sociales ha sido incentivo suficiente para provocar la reacción de los afines al movimiento contra el turismo de masas en Canarias
Una simple publicación de Keir Starmer, primer ministro de Reino Unido, sobre la integración de los migrantes que llegan al país ha sido gasolina suficiente para revolucionar a los esbirros del movimiento “Canarias tiene un límite” que este 18 de mayo pincharon en hueso en su intento de manifestación para intentar amoldar a su gusto el principal motor económico de las islas.
“Si quieres vivir en Reino Unido tienes que hablar inglés. Es sentido común”, publicó el líder laborista en su cuenta de X (antes conocido como Twitter) en referencia a la falta de integración por parte de inmigrantes procedentes de África y Asia que muchos ciudadanos británicos han denunciado recientemente; motivo por el cual desde el gobierno han establecido como requisito para acceder a una visa de trabajo acreditar el dominio del idioma.
Un mensaje que parecía destinado al ámbito nacional, pero que muchos usuarios afines a los movimientos que reclaman un cambio de modelo turístico pronto empezaron a traer a las islas.
“Que hagan lo mismo los putos guiris en Canarias(…)” fueron alguna de las respuestas que recibió Starmer en su perfil de X por parte de los acólitos de un movimiento que en cada manifestación que convoca parece confirmar el fin de su efímero momento de fama, que alcanzó su cénit hace un año, y que ya ni las instituciones públicas los utilizan para lavar su imagen.
Los comentarios del estilo fueron tantos que incluso llegaron a generar un debate entre británicos y residentes en zonas turísticas de España aquejados por la falta de integración de los mismos. “Los expatriados británicos no son un lastre para la economía española, a diferencia de los migrantes que llegan desde fuera de Europa a nuestro país”, afirmaba un usuario británico en respuesta a la queja de otro que preguntaba a Starmer si creía que su política debía aplicarse a los británicos residentes en España.
Una respuesta que expresaba el sentir de muchos usuarios británicos respecto a las quejas que llegaban desde España, mientras que otros simplemente aseguraban que “Starmer no es el primer ministro español” y que “eso suena a un problema para España”.